El levantamiento había logrado establecer un transitorio estado judío que duró tres años y medio y terminó dramáticamente con la caída de la fortaleza de Betar en el año 135, luego de un prolongado asedio. Durante su gobierno, Bar Kojba acuñó monedas de plata y bronce para conmemorar cada año de la liberación, en las cuales grabó: “Redención de Israel”, en el 1° aniversario, “Liberación de Israel”, en el 2° aniversario y “Jerusalem liberada”, sin fecha.
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