En Hungría el rey Bela III (1172-1196) acuñó monedas muy similares a esta, inspiradas en los dinares almorávides que sin duda alcanzaron aquel país, con signos semejantes a la escritura cúfica aunque sin un significado aparente. Esta moneda no es del mismo tipo que recuerdo, pero sin duda es del mismo pelaje.
Algún reputado autor (Mitchiner), en un alarde de despiste de los que solo un gran sabio es capaz de ejercer, atribuyó estas monedas a nuestro Alfonso VII. Y es que hasta al mejor escribano se le escapa un borrón...
Saludos.