No hay que ir muy lejos para ver los nefastos resultados del experimento de poner a funcionar la máquina de hacer ‘billete a la lata’. Solo basta con mirar el caso de un vecino: Venezuela.Desde 2014 y debido al desplome de los precios internacionales del petróleo, el enorme gasto público del régimen de Nicolás Maduro empezó a ser financiado por el Banco Central de Venezuela con emisión.Hoy, las consecuencias saltan a la vista. Venezuela completó 38 meses con una hiperinflación cercana al 10.000 por ciento. En la práctica, la moneda tiene un valor mínimo y está prácticamente en extinción. Tan solo algo más de 2 por ciento de las operaciones se hacen en efectivo.
https://www.semana.com/economia/articulo/por-que-emitir-dinero-es-la-peor-idea-del-mundo/202100/
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