Lo del semblante pétreo de los vencedores, posando para la posteridad, ya estaba en nuestros genes electorales. Porque con los laureles de un César, y algo risueño, se mandó acuñar en monedas la silueta de la faz del rey Fernando VII, ‘El Deseado’, aquel 1812. Año importante para el devenir de la América Latina española, cuando se promulgó la Constitución de Cádiz. Cuando, por vez primera (y última de los tiempos virreinales), todos los varones mayores de 25 años destos reinos –criollos, peninsulares, indios, negros y mestizos, digo– votaron para la constitución de los cabildos.
https://elperuano.pe/noticia/117882-monedas-de-ganador
UN SALUDO